domingo, 25 de abril de 2010

Es domingo

Me perdí en medio de la berma central, me había transportado. Los rayos del sol embellecían todo. Solo observaba e imaginaba estar caminando por ahí, rodeada de toda esa cantidad de verde. Estaba distraída y se nos pasó la entrada. Era un domingo con sol, un domingo que adormece y que provoca sólo ir al cine. Yo me imaginaba en la pantalla, sumergida en otra historia donde solo importan los hechos a venir. Yo era la protagonista, actuaba y estaba encantada por la escenografía. Otras veces era la espectadora, solo miraba con las piernas estiradas, relajada en la oscuridad, una vez más sin pensar. Pero hoy es domingo. Ayer, en cambio, repetí la mirada que juzga. Hago una pausa y veo el reflejo de la engreída, de la picona, de la amarga, de la hostil, de la oculta. Una Romina, luego de tres. La arquitecta bajo la mirada imponente de los edificios. La tímida que sonríe, la mala onda mandona. La que cree que siempre está en lo correcto. La celosa. Finalmente, la que se encuentra en medio de la nada. La que quiere desligarse de todo, ser egoísta y tirar la toalla. Quiere un momento para sí. Y el domingo, los sueños vuelven para atormentar y hacer presión.

No hay comentarios: