domingo, 12 de junio de 2011

Domingo

No entiendo las cosas como pasan. Uno trata de hacerse un espacio dentro de esa multitud, una multitud que le es indiferente, esa multitud que no la veía, que solo estaba metida en sus problemas y no compartía la poca felicidad que a veces tenían. ¿Ahora la llaman? No, gracias, dijo ella. Prefiero mantenerme en el anonimato, construyendo personajes como en toda una vida, tal vez seré más dinámica, tal vez me sirva en el futuro. Hoy me quedare sola, en este mundo que no quiero entender, en este mundo en el que ahora juego con tus reglas absurdas, por eso no te quiero hablar. Me hiciste absurda y engreída como tú. Solo escucho tus palabras, que rebotan entre las cuatro paredes de mi cuarto, que a veces se enredan entre los cartones que solo fueron ideas y hoy se convierten en polvo con el paso del tiempo. No hagas nada que hiera a los demás. Pero hoy, yo juego con tus reglas.

Una noche más

Hoy es una noche más, hoy se cumple otra semana igual. Una en que la conversación desaparece y el silencio se hace ensordecedor. Hoy es otra noche más en la que no podré dormir y no hago más que pensar en lo que no hablamos, en lo que no digo, en lo que me muero por decir. Esta noche, otra vez, el televisor se vuelve mi mejor amigo o en el enemigo en el cual se convirtió desde que lo invite a pasar las noches conmigo, con él no puedo pensar, no me deja ser quien realmente soy. Hoy es una noche en la que solo quería llegar tarde y exhausta para poder olvidar, para no sentir, para solo despertar mañana con algún bonito recuerdo, con algún sueno mágico. Es una noche pero que parece ser una de esas tardes en donde solo camino, moviendo los brazos rápidamente y murmurando algo que ni yo puedo descifrar. Una tarde como las de ahora, en las que el frio se vuelve un cómplice, porque excusa mi extraño comportamiento, porque no tiemblo por él, sino por ti. Ya lo debes saber. Me muevo para calmarme. Me siento como una de esas sonrisas de cortesía. Una que está pero no disimula. Es una noche igual a la de hace tres meses, todas las noches son iguales, monótonas, solitarias, sin poemas, ni palabras. Me voy para no dormir.