domingo, 27 de diciembre de 2009

Una tarde...

Tengo una caja con mis pinturas acrílicas y demás. Tengo una lata con todos mis pinceles. Un cuarto desordenado y una radio puesta en una estación de los `80s. Tengo miles de agendas, bitácoras y libretas con historias o ansiosas por albergar algunas pronto. Tengo la cabeza dando vueltas y el tiempo que me queda corto. Tengo el presentimiento de que la soledad volverá en segundos y esta vez para quedarse toda una temporada. Los colores, los dibujos se mimetizan y crean una atmósfera de ensueño. Me gustaría sacar de mi mente todos estos pensamientos y meterme en tu maleta para escapar. La radio sigue sonando y es perfecto. Me gustaría quedarme dormida y soñar que lo puedo todo. Imagino a gente bailando, pero esta vez no puedo descifrar que hay en sus mentes, lujuria, deseo, obsesión, podría ser cualquiera. Extraño el lugar y el tiempo donde me siento cómoda, la costumbre, la monotonía. Y ahora los Beatles me recuerdan a ti.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Deja de buscar.

Despierta. Abre los ojos. Mira una película de Harry Potter y trasládate a una realidad que no es la tuya. Porque lo que buscas no siempre es lo que encuentras. Después de muchas canciones y pasadas de links, me hiciste derramar el vaso una vez más. Ella no está loca, yo la entiendo, ahora, más que nunca. El viaje fue agitado y la presión que ejerce sobre el estómago me produce ganas de vomitar. Quiero ver esa película contigo pero no lograría ser real, ni conversar contigo lo sería. Me miro al espejo y me provoca pintarme los labios con este lapicero azul y así poder ser un dibujo. Y así poder estar colgada en tu pared. Cero sentimientos. Solo arte que produce y hace sentir, pero que no recuerda nada. Entonces se me viene a la mente que un beso volado sería la mejor manera de despedirse. Porque el contacto duele. Porque él si es humano. Una fotografía captura el momento y así recuerdo lo que hice. Evito dar más vueltas en círculo.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Believe in me

Cambió de lado y al voltear la cabeza se encontró con la pared. Los agujeros pequeños de esta, le recordaron a los que se forman en la orilla junto al mar. Y la textura suave y lisa, además de la frialdad, le recordaron a las conchitas blancas de la playa. Se trasladó en ese momento a ese escenario. De pronto se encontró descansando en la arena, en un día nublado pero cálido. Y se topó por casualidad con la paz perfecta que le hacia falta. En vacaciones, su cuarto, su mente y su cuerpo son un total caos. Es tal el desorden que las cosas se confunden con facilidad y la ansiedad y los nervios son los protagonistas de esta historia. Constantemente trata de evadirlos, pero hoy al hacerlo, camuflada entre sus sabanas, cayó en cuenta de que algo sucedida. Las letras eran pequeñas, confusas, estaba cansada y solo volteaba la cabeza para pensar en otra cosa. La mano le temblaba, le pesaba y de pronto se encontró haciendo dibujos sin sentido. La historia se repite, pensó. Tiene miedo y necesita de un orden para estar tranquila. En estos días su corazón late más fuerte, más rápido…

domingo, 20 de diciembre de 2009

Queso

Siempre la misma cara de poto y los segundos que mueren lento después de eso. La mirada perdida y la mente corre rápido y parece que está en blanco. Hoy la música es la correcta pero igual hizo que caiga. No me siento completa. De repente será que necesito ponerme medias y abrigarme un poco más. No andar de mangas cortas todo el día. Estoy cansada, pero no se que es lo que pasa exactamente. No estoy segura. Me encanta poner una rodaja de queso en un plato meterlo al microondas y derretirlo para luego comerlo. Pero hoy eso no fue suficiente. No se… creo que necesito un abrazo y poder cerrar los ojos.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Antes de dormir

¿Y tu no sueñas?, le pregunté. Lo que sucede es que últimamente no puedo levantarme temprano. Mis sueños me atrapan. No se si son estas sábanas verdes con beige que me hipnotizan, estas enredaderas verdes que no me dejan escapar o qué… Por cierto, bienvenido a mis sueños otra vez. Yo sueño todos los días, le dije. Hoy, tu olor no está presente. Cuando no pienso en tu entorno me siento tranquila. Cuando sucede algo y no estás, te lo dejo escrito tal post-it. O al revés. Hay veces en las que no hablamos en simultáneo, pero sabemos de la existencia de nuestra conciencia y de las sonrisas dibujadas al azar. No es complicado. En unos segundos todo puede cambiar. Los segundos que más disfruto son los que mueren antes de dormir, donde a veces pierdo grandes historias por flojera a tomar un lapicero y prender la luz. Y otras, lo hago sin sentido. Y releerlas es como tirarse en la alfombra de espaldas, pero sin el fondo musical apropiado. Y lo único que te viene a la mente es llamar a tu mejor amiga para no sentir que el mundo se va rompiendo en pedacitos. Solo porque la música de fondo no era la adecuada.

lunes, 14 de diciembre de 2009


Hecha a la medida.

Ayer parecía que el verano ya había pisado tierra. Hoy, sin embargo, el ambiente me pareció a un día de invierno, en mi memoria se posaron sensaciones y algunos recuerdos. Sensaciones más que todo. Era un día tranquilo con la mampara abierta dejando pasar el aire frío y fresco, con el cielo gris de Lima, pero el ambiente era acogedor. Alfombra, cama grande de mamá, televisor prendido, comedia romántica. El televisor estaba de acompañante y su mente en otro lugar, como de costumbre. Imaginándose su propia historia o buscando explicaciones cercanas. Ella no estaba hecha a la medida, pensó. Por lo menos para ti…

¿Hecha a la medida?

Sería verdad si nuestros abrazos coincidieran en el tiempo y el espacio.

jueves, 3 de diciembre de 2009