lunes, 30 de noviembre de 2009

(paréntesis)

Todavía no logro entender toda esa magia. O no logro ver lo que los demás si. Creo que es cuestión de tiempo. Pero lo se por sus comentarios, una vez que los leo comprendo un poco más. Es cuestión de entrenar el ojo y el alma. Lo único que puedo concluir es que tendría el regalo perfecto de navidad para ti. ¡¡¡Sin pierde!!!

Mariposa blanca sobre flores amarillas.

El sol todavía no salía por completo a relucir.

Uñas verdes y se formó el paisaje perfecto del que alguna vez hablé.

Mucho verde.

Las dudas bombardean mi ser.

Escudo: la libertad.

domingo, 29 de noviembre de 2009

La noche

El remordimiento está clavado en su cabeza. Cada vez ejerce más presión y eso es lo único que sabe hacer. Presiona y presiona constantemente y cada vez con más fuerza. Tiene la mirada perdida y ella completa está perdida. Es que los ojos reflejan todo y esta vez es su alma quien sale a flote. Llega la noche una vez más y se apodera de todo. Ella es la dueña e hipnotiza con su aroma a los que andan solitarios por ahí. Y es que no todos tienen fuerza de voluntad. No quieren pensar y se dejan guiar por ella y los impulsos que genera. La noche es solo un pretexto y es el mejor de todos. Para mí, para él, para todos… Su cabeza vaga por todos lados sin encontrar el rumbo correcto. No logra concentrarse y la oscuridad oculta los errores. Errores que cometió alguna vez, errores que repetirá esta noche y toda la vida que le queda por delante. Al menos que en algún momento logre derrotarla. Es su peor enemiga o su mejor aliada. Esa realidad es incomprensible para algunos. Sin embargo, para otros es un desahogo, un paraíso, el cual no cambiarían por nada. Son impulsos, es actuar sin pensar. No piensas en nada, en nadie. Yo no puedo dejar de pensar. Ese es mi problema. O tal vez, lo que me hace fuerte. La noche tiene dos caras como todo aquel que habita esta sociedad. Como tú y como yo, aunque lo niegues. Nadie es completamente honesto. Por eso te ocultas en la noche y en sus súbditos. Por eso te ocultas en esa obra de teatro que se monta todos los fines de semana.

domingo, 22 de noviembre de 2009

Sick

Estas náuseas no se quitan con un pedazo de panetón. No se a que se deben. Ni idea. Hoy llovió y escuché las gotas bailar. La luz tenue de la lámpara alumbra la sala. Me gusta estar ahí, con la venta abierta, invitando a la noche pasar. Son impulsos. Con impulsos tampoco se quitan las náuseas. Teoría o prueba del ensayo-error. Las flores rojas de navidad me gustan. Hoy llovió. Tengo una blusa hippie y me provoca pintarme el cuerpo. “Me gusta cuando llueve”. Pero no me mojé como me hubiese gustado. Sentada como indio sobre mi cama, con lapicero en mano y celular en la otra creando esta historia. Un vaso de agua mineral al medio para calmar las náuseas (que no se a que se deben), tampoco se van. Creo que son nervios también. La vincha roja recoge el cerquillo, así me siento mas libre, mas fresca. Se acabó el agua. Ahora me siento más inquieta. Dudo y creo que me está empezando a dar frío. Quiero hacer la lista de exposiciones. Contar lunares. Conversar con el sol. Recolectar moras. Ver colores tierra.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Otro planeta

Es domingo. El sol amarillo al lado izquierdo del eucalipto y el jacarandá chiquito al lado derecho. La misma esquina de siempre. Esta vez no se demoró en abordar porque así lo sentía, sino porque la calle estaba desolada. Era domingo y se notaba. Pero fue bueno salir de las paredes y sentir el ambiente fresco de la tarde. Sentir que esa fuerza que empuja y confunde se desvanece por un momento. Es bueno sentir que el resto existe con solo caminar. Una tarde simpática y los dientes de león bajo el solo son traslúcidos, parecen de otro planeta… Parezco de otro planeta.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Recuento: los sueños están de viaje.

Recorre, constantemente, un tramo de la ciudad en esos buses grandes, en los azules o los naranjas. El camino es relativamente corto y a veces la flojera y el cansancio se apoderan de su cuerpo. Tanto así que le provoca seguir en el camino hasta lo infinito. Le gusta sentarse adelante para observar por la ventana. Pero últimamente, prefiere sentarse en el asiento trasero y poder estirar sus piernas. Esta noche bajó de uno de ellos sola, sin la flojera habitual. Y sin su compañera habitual. La noche estaba tranquila, ella estaba tranquila. Entonces decidió caminar. Caminar para disfrutar la noche que estaba fresca. Caminar para toparse con las ideas y visitar a la inspiración. Se encontraba en medio de la calle observando a su alrededor y vislumbrando su sombra, donde se notaba despeinada como de costumbre. Tenía la bufanda azul y la mochila negra al lado izquierdo. Todo estaba listo para andar. A falta de una terraza tenía las veredas desoladas. A falta de un jardín tenía los eucaliptos y sus hojas esparcidas en el pavimento. No se topó en el camino con el caballero de la noche pero con el recuerdo del otro día bastó. El día de las copas de vino, una tarde de invierno, de campo, en el jardín conversando junto a la piscina y al árbol de moras. Esa noche también estaba fresca. Fue un buen día. Fue un buen fin de semana. Una película genial. Sin embargo, la escena cambió. Ahora duerme en las tardes, se refugia en esa cama para visitar a sus sueños que están de viaje. Cierra los ojos y abre su mente para respirar.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Desinteresadamente :)

http://decur.blogspot.com/

viernes, 6 de noviembre de 2009

Wasting time

Hay dos opciones cuando vas caminando y ves un charco aproximarse. O lo esquivas, o lo cruzas con total seguridad. A veces puede ser divertido y cuando lo haces descubres el mundo desde otra perspectiva. Un panorama nuevo se abre a través del reflejo. Hoy decidí cruzarlo… y es que llevaba mis botas puestas. (:

A veces es necesario arriesgarse.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Tener un cielo de verano en invierno sería perfecto. Un cielo teñido de rojo.

Me encantaría

No tengo idea de cómo sentirme. En la mañana cuando desperté sentí que las lágrimas ya se habían secado. Sentí que hoy no lloraría como ayer, que con eso bastó. Pero el sentimiento es extraño, no se como describirlo. Me gustaría poder contarte mil cosas. Y me encantaría tener una tarde libre para estar echada a tu costado y simplemente conversar. Pero no del resto ni de alguien en particular, sino de nosotros. Nosotros con respecto al mundo. Me gustaría por un momento estar sentada frente a un paisaje y que todo el resto desapareciera. Me gustaría que el tiempo se detuviese y nos haga un favor. Me encantaría que nuestros sentidos se agudicen al máximo y así poder sentir de verdad al mundo.