Ocúpate del alma

Las gotas de lluvias caen y las logro escuchar. Son lentas. Parecen piedras que caen al techo, pero es solo una ilusión. Yo sentada y así se me pasan las horas, los días. Dormir parece inútil, pues me faltan horas para soñar, para descansar. Necesito vivir en ese escenario por más tiempo. Es ahí donde me siento segura, tranquila, feliz. Aunque hay días en los que esa realidad se aleja de mi. Se esconde entre las nubes y no se deja ver. Sin embargo, para reemplazar esas horas, duermo en las tardes. Antes algo imposible. Pero todos cambiamos. Las cosas cambian. Ahora quiero dormir y las gotas alcanzaron una gran velocidad. El sonido es incesante. Como esa sensación que a veces me atrapa. Como esos saltos que doy cuando algo especial, pero chiquito para el mundo, pasa en mi camino. A veces siento la necesidad de comunicarle mis pasos a alguien. ¿Es verdad?