miércoles, 27 de mayo de 2009

El techo

Me encontraba escribiendo en la computadora, quejándome y cuando terminé de contar todo, suspirando me eche para atrás en la silla para descansar. Miré el techo y los recuerdos aparecieron de repente. Cuando era niña, me encantaba sacar el espejo chiquito de mi mamá y colocarlo a la altura del pecho de tal manera que lo reflejado en él solo era el techo. Entonces empezaba mi recorrido por toda la casa. Las vigas se convertían en obstáculos que dividían las habitaciones y el piso se volvía diferente. Disfrutaba tanto esas aventuras, casi tanto como cuando soñaba que toda la casa se inundaba y buceaba en ella. Al ras del suelo justo como lo hacía en mis clases de natación. Me fascinaba imaginar esa escena. Hoy que me encuentro en otra casa lo intenté de nuevo. Fui en busca del mismo espejo y empecé un nuevo camino. Fue genial… y me sentí tal cual como si fuera la niña de entonces. Y me atreví a probar algo distinto… al final puse mi mundo al revés :) ¡Fue divertido!

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