lunes, 9 de agosto de 2010


Tengo el desorden en mi vida, en mi mochila, en mis manos, en mi mente, en mi cuerpo. Me confunde y desorienta, no me deja avanzar. Es como si de pronto una nube se postró y atascó entre los hilos de mi chompa, en las puntas del pelo suelto. Y queda poco tiempo, y me pongo nerviosa y quiero detenerlo y tener el mundo en standby, en mute y yo poder estar activa y pasearme entre ellos y ellas y jugarles bromas. Y quiero bañarme y reposar bajo la luna y pensar que así todos estos pensamientos se apartarán. El frío no me deja sentir los pies y con las justas las manos. Vive esperando que sea viernes y correr de la realidad y ser princesa… Y refugiarse en sueños.

Sentía que el mundo se le caía en pedacitos, poco a poco, en cámara lenta. Pensaba que ya estaba tranquila, segura para hablar del tema, pero no fue tan así como lo pensó. Todas esas similitudes al parecer no sirven de nada, ni para tener un poquito de ilusión. Siente una presión inmensa en la cabeza y la soledad al exterior, el frio al lado de su cuerpo inmóvil, fuerte, sin planes de irse pronto. La ilusión se disipó y solo queda aliviar esa presión con lo mejor que sabe hacer.

En los días de combate…
Me estanco cuando no entiende.
Es impaciente.
No le gusta esperar.
Se desespera con facilidad.
Se traga el orgullo.
Se aburre con facilidad.
Es engreída.
La sofocan grandes cantidades de besos y abrazos.
A veces prefiere la soledad.
No acepta burlas,
Bromas,
Reproches,
Llamadas de atención.

Me duele la incertidumbre de no saber que pasará, la indecisión de los sentimientos. Me duele el vacío y los nervios que no dejan a mi cuerpo en calma. Es como el frío que invadió estos días la ciudad y no la deja respirar. Es como tener una úlcera, un dolor intenso. Es querer saltar y estar en movimiento constante. Y traspasó hasta mis sueños, el frío o mejor dicho el calor. Es como tener soroche. Y luego aparecen los detalles. Los detalles Romina…¡los detalles!

Es algo que hay que volver a hacer, volver a enamorarse, volver a desear esos besos. Te tendría que contar todo para que me entiendas, para que sepas la ilusión que fabriqué. Tú y yo y los dos. Hoy quería contar miles de historias y hoy fui distinta y fui imparcial. El dolor de cabeza presiona tanto que no me hace sentir bien. Caminamos y no tomamos…ni de manos.

Tengo miedo de la monotonía. De que te aburras de mí. De dejar de lado nuestras vidas para sólo mirarnos las caras. Tengo miedo de que el tiempo no nos ayude, que vaya en nuestra contra, que sea un enemigo. No quiero tener una rutina, no quiero encontrar limitaciones entre los dos. Ni que seamos obstáculos. Hablo de convicciones y mírame a mi… tengo miedo de comprar una bitácora, para los dos, porque temo de que se quede vacía o que todo sólo quede en papeles. No te quiero ver aburrido conmigo. Quiero sorprenderte siempre.

Hay cosas que no encajan. Todavía hay cosas que no encajan.

Odio al egoísta que no te deja hablar. Al egoísta que no le importa oírte. El que te hace mojar la cara y encerrarte en el baño para que nadie te vea y disimular. El egoísta que no toma en cuenta tus sentimientos, el que solo piensa en su bienestar… en su entretenimiento. El que no te desea involucrar, ni un poquito. El que no oye tus comentarios, ni se interesa en tus proyectos, el que solo tiene un lado, de ida pero no de vuelta. El que dice: “si es que algún día…” y no: “el día que…”. El que te lastima con sus palabras y no se da cuenta, con el tiempo y su indiferencia. El que te da dolor de cabeza. El que deja las ideas s u e l t a s. El que no concreta…

Tengo ganas de decir(te) mil cosas. Decir que te quiero, que estoy confundida. Decir que no hay tiempo, que tengo miedo pero que soy feliz por la imaginación y los sueños que me hacen sonreír. Porque compartimos nuestros puntos de vista, nuestros gustos y porque ya sabemos las manías del otro. Lo que gusta y disgusta. Olor a humo de cigarro y a ti… soñar con la mirada fija.

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