El refugio se convirtió en un bosque, donde la lluvia hizo crecer todo. Las enredaderas la atraparon, la retuvieron y no la dejaron salir sino luego de una larga lucha. La paz de ese lugar se volvió violenta. Las sábanas eran tentadoras pero los sueños se volvieron mágicos, seductores. En ese espacio todo sucedía y todos estaban presentes. El subconsciente pudo más que la realidad (sabe más que la realidad). Entonces apareció él y ella ni tonta ni perezosa lo siguió. Lo acompañó durante la visita. Todo parecía irreal y como dije antes, la magia era la protagonista de la historia. Ella unía a las personas y los unió a ellos. Aunque fue extraño, pero ellos también lo deseaban. No importaba el resto. El abrazo fue incómodo porque todavía no existe la confianza necesaria para ello…El curso de la historia siguió hasta que la realidad pudo más. Las enredaderas desaparecieron poco a poco y el bosque se volvió jardín. Ahora ella solo espera que anochezca para entrar de nuevo al refugio. Solo que esta vez ansía que sea por más tiempo.
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