viernes, 16 de julio de 2010

No quería perder ese momento.

Y ayer después de hacer una pausa, se quedó impregnada de nostalgia, o algo similar, difícil de explicar. Como hace tiempo no se sentía, como estar en un desierto y sentirse pequeñita frente a la inmensidad del paisaje. Había silencio y calma, trataba de racionalizar, pero es inevitable cuando se trata de amor. Estaba preocupada, sentada en medio de la sala sola, en medio de la noche, después de despedirnos. Observando el trabajo de cuatro meses, observando lo que el tiempo había fabricado.

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