domingo, 29 de noviembre de 2009

La noche

El remordimiento está clavado en su cabeza. Cada vez ejerce más presión y eso es lo único que sabe hacer. Presiona y presiona constantemente y cada vez con más fuerza. Tiene la mirada perdida y ella completa está perdida. Es que los ojos reflejan todo y esta vez es su alma quien sale a flote. Llega la noche una vez más y se apodera de todo. Ella es la dueña e hipnotiza con su aroma a los que andan solitarios por ahí. Y es que no todos tienen fuerza de voluntad. No quieren pensar y se dejan guiar por ella y los impulsos que genera. La noche es solo un pretexto y es el mejor de todos. Para mí, para él, para todos… Su cabeza vaga por todos lados sin encontrar el rumbo correcto. No logra concentrarse y la oscuridad oculta los errores. Errores que cometió alguna vez, errores que repetirá esta noche y toda la vida que le queda por delante. Al menos que en algún momento logre derrotarla. Es su peor enemiga o su mejor aliada. Esa realidad es incomprensible para algunos. Sin embargo, para otros es un desahogo, un paraíso, el cual no cambiarían por nada. Son impulsos, es actuar sin pensar. No piensas en nada, en nadie. Yo no puedo dejar de pensar. Ese es mi problema. O tal vez, lo que me hace fuerte. La noche tiene dos caras como todo aquel que habita esta sociedad. Como tú y como yo, aunque lo niegues. Nadie es completamente honesto. Por eso te ocultas en la noche y en sus súbditos. Por eso te ocultas en esa obra de teatro que se monta todos los fines de semana.

3 comentarios:

ro.. dijo...

Por eso.

Anónimo dijo...

tienes toda la razon es una obra de teatro... pero a veces en esa obra de teatro tu eres la protagonista, y hace bien...

Malena dijo...

a veces es bueno actuar sin pensar, pero muchas veces trae consecuencias q hacen q no haya valido la pena dejarse llevar