domingo, 12 de junio de 2011

Domingo

No entiendo las cosas como pasan. Uno trata de hacerse un espacio dentro de esa multitud, una multitud que le es indiferente, esa multitud que no la veía, que solo estaba metida en sus problemas y no compartía la poca felicidad que a veces tenían. ¿Ahora la llaman? No, gracias, dijo ella. Prefiero mantenerme en el anonimato, construyendo personajes como en toda una vida, tal vez seré más dinámica, tal vez me sirva en el futuro. Hoy me quedare sola, en este mundo que no quiero entender, en este mundo en el que ahora juego con tus reglas absurdas, por eso no te quiero hablar. Me hiciste absurda y engreída como tú. Solo escucho tus palabras, que rebotan entre las cuatro paredes de mi cuarto, que a veces se enredan entre los cartones que solo fueron ideas y hoy se convierten en polvo con el paso del tiempo. No hagas nada que hiera a los demás. Pero hoy, yo juego con tus reglas.

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